Asesoramiento completo para diseñar las oficinas del BFI
Articulo
Damos la palabra a Karen Dassy, diseñadora sénior de Dickson Constant.
Dickson Constant:
¿Puede hablarnos sobre su trabajo de diseñadora sénior en Dickson?
Karen Dassy:
Yo soy diseñadora textil. Mi trabajo consiste en diseñar los tejidos aunando mi saber hacer creativo y las técnicas. Los hilos, la forma en la que se cruzan y los colores son mis herramientas para confeccionar los textiles que se tejen en nuestras unidades de producción. Y también me ocupo de poner en valor nuestros productos proponiendo a nuestros clientes proyectos de instalación de nuestro revestimiento para suelo, como he hecho para para el BFI.
DC: ¿Qué dificultad entrañaba el proyecto del BFI? ¿Cuáles eran los retos? ¿Cuál es su reflexión sobre la combinación de colores de las estancias? ¿Cómo pensó en hacer la distribución? ¿Cuál ha sido el hilo conductor de este proyecto?
KD: El edificio del BFI consta de una superficie de 1500 m² distribuidos en cinco plantas con espacios principalmente abiertos y salas de reunión. El arquitecto quería una propuesta sobria a partir de la que trabajar el resto del diseño del espacio. Para conseguir unidad, planteé un proyecto de instalación similar en todas las plantas con colores diferentes en cada una para diferenciarlas. Los espacios abiertos son sencillos, con superficies lisas amplias en colores neutros y naturales y con un pasillo colorido; y las salas de reunión son más animadas gracias a una distribución dinámica con los colores de los espacios abiertos contiguos.
DC: ¿Por qué eligió las colecciones / gamas Mirage y Allure?
KD: Las gamas Mirage y Allure presentan texturas que alegran la superficie del suelo de forma discreta y que crean con sutilidad el efecto «cambio de color» del vinilo tejido de Dickson. Escogí estas gamas porque son atemporales y porque crean una atmósfera tranquila y apacible para la concentración en los espacios de trabajo.
Foto : ©Studio Zembra
Foto : ©Studio Zembra
DC: ¿Cuál es su estancia favorita? ¿Por qué? ¿Qué es lo que más le gusta?
KD: Creo que mis estancias favoritas son los espacios abiertos. Me gustan los pasillos coloridos, es como si fueran un hilo alegre que conduce de un extremo a otro de la planta. Y admiro el trabajo que ha hecho el arquitecto para armonizar los colores de los muebles con los del suelo. El color, además de servir para señalizar y delimitar espacios, canaliza las emociones y contribuye al bienestar en el trabajo. Y eso es muy importante.
DC: ¿Cómo fue la comunicación con el cliente?
KD: La comunicación fue muy fácil desde el principio, y el cliente depositó su confianza en nosotros de inmediato y nos dio carta blanca en cuanto a la creatividad. Fue así como pude desarrollar mi idea con una apuesta relativamente atrevida al principio, y ajustamos las salas de reuniones tras hablar sobre ello para conseguir un acabado más atemporal acorde con el proyecto que quería el BFI.
DC: Y para terminar, ¿con qué se queda de esta experiencia y de este proyecto?
KD: Ha sido una bonita experiencia con la que hemos tenido mucha libertad gracias al enfoque del arquitecto, que quiso empezar el trabajo de distribución del espacio por el suelo.